Si estás leyendo este punto es que has tenido o vas a tener una reunión con tu supervisor de tu TFG y puede que te interese alguna de las pistas que puedo darte.

Objetivos. Un lector perspicaz habrá visto que he utilizado la palabra supervisor, ¿verdad? Ciertamente, no es del todo correcto y la palabra más correcta es tutor. El rol del tutor es, para mí, la suma de dos papeles:

tutor/a = supervisor/a + guía.

Reunirme con mis alumnos y comentar su trabajo, es lo que realmente trasciende hacia ellos y que tiene que ver con mi trabajo. Esos encuentros físicos o telemáticos que mantendrás (o mantienes) con tu tutor son realmente importante y en ellos tus capacidades de comunicación jugarán un papel importante. Tienes que lograr que (1) tu tutor tenga una idea clara de qué has conseguido, aparte de los materiales que le puedes haber enviado, y (2) recibir un feedback que te permita saber qué hacer después, o como corregir o evitar los problemas que pueden haber surgido.

Por lo corriente, un TFG avanza de reunión en reunión; cada dos o tres semanas, a vuestra conveniencia. Si no te parece adecuado y no puedes mantener reuniones con tu tutor con la frecuencia que te gustaría, la mejor opción puede ser cambiar de tutor o de trabajo. Al final «la agenda manda», y cuanto antes seamos conscientes de ello, mejor.

Aquí tienes las cosas que tienes que preparar antes de ir a la reunión, y me vas a perdonar que sea un poco cartesiano:

1. Describe en qué estado se encuentran los objetivos planteados desde la última reunión.
2. Describe el esfuerzo (dedicación) y dificultades que te ha supuesto lograrlos. Así, será mucho más fácil tener una imagen realista del estado del trabajo y plantear los siguientes objetivos.
3. Plantea los posibles siguientes objetivos a lograr hasta la siguiente reunión. Si tienes un plan bien detallado ab initio suele ser más sencillo; en caso contrario, debes acordarlos al modo ágil, junto a tu tutor.

Resultados. Al final de la reunión, tanto tu tutor como tú debéis haber llegado a conclusiones sobre lo anterior. Más aún… si puedes ponerlo por escrito, mejor. Unas breves líneas bastarán. El que una reunión sea más o menos formal, no quiere decir que no tenga consecuencias y obligaciones, y si están en forma de correo electrónico o de anotación en un archivo, será siempre lo mejor.

Tampoco deberías marcharte de la reunión sin dos cosas: (1) Respuestas para los tres puntos que hemos visto antes; es decir la opinión de tu tutor y el visto bueno a los resultados conseguidos y el desempeño de tu quehacer como alumno y (2) objetivos a lograr hasta la siguiente reunión y guías en caso de haber encontrado dificultades.

Tiempos. No hay una regla fija, y si tu tutor ya ha comentado los documentos y materiales que le has enviado antes puede ser muy breve (15 minutos). Trata de acotar temporalmente tus reuniones. La visión romántica de que en el mundo académico los profesores y los alumnos tienen todo el tiempo del mundo para elucubrar yéndose por las nubes no es muy realista. Reserva siempre (siempre) tiempo al final para que aunque sea de modo verbal lograr dos datos importantes: objetivos para la siguiente reunión y… fecha para la siguiente reunión. No te vayas sin una fecha aunque sea orientativa y que sirva de compromiso para tí y tu tutor/a. Si no te ha dado tiempo a poner esto por escrito, envía cuanto antes un correo electrónico con estas dos cosas (objetivos y próxima fecha).

Cada tutor y cada alumno funcionan de forma distinta, y la dinámica se va estableciendo poco a poco. Unas veces querrás tener reuniones largas donde tu tutor/a te ayude lo más posible, lo cual generalmente no es buena idea, salvo que el TFG trate de un tema especialmente difícil o nuevo; y otras veces se te hacen largas y estás deseando despachar rápido. Con las reuniones largas suele ser más productivo cortar abruptamente y fijar otra en un plazo breve, cuando te haya dado tiempo a aprender y fijar conceptos por tu cuenta. Y no olvides que el TFG debe ser en su gran-gran parte fruto de tu trabajo, y no de tu tutor/a y eso al final lo podemos medir en horas invertidas, satisface mucho más la nota cuando sale de ti mismo/a.